Los conjuntos residenciales enfrentan un reto constante: proteger a sus residentes y bienes comunes sin incurrir en esquemas costosos o de difícil implementación. Aquí entra en juego la seguridad pasiva, una estrategia que se centra en la prevención, el control y la organización interna.
La seguridad pasiva comprende:
- Recepción y control de accesos con personal capacitado.
- Rondas periódicas que disuaden riesgos y generan sensación de seguridad.
- Comunicación inmediata mediante radios, pitos y protocolos de emergencia.
- Bitácoras de novedades para la trazabilidad de incidentes.
- Supervisión y apoyo continuo para garantizar calidad y cumplimiento.
A diferencia de la seguridad armada, la modalidad pasiva es menos intrusiva, más económica y enfocada en reducir la probabilidad de incidentes antes de que ocurran. Además, fortalece la convivencia al mantener un ambiente seguro, cordial y confiable para residentes y visitantes.
En CALYMA S.A.S. entendemos que la seguridad preventiva no armada es un pilar fundamental para la tranquilidad en las comunidades. Por eso, ofrecemos personal entrenado, protocolos claros y supervisión permanente, asegurando respaldo y confianza en cada turno.